"Menos se perdió en Cuba". La dimensión asiática del 98
Josep M. Delgado
1999
Illes i Imperis
as se perdiú en Cuba"', es uria expresión que ha tenido la fortuna dc pasar al léxico co-"M' iiiúii coino un recurro utilizado para consolar a aqui.llos q u e tisneii la desgracia dc sufrir uria perdida riiatrrial iiiipurcaiite e iniprcvista. Pcsc al Cxiro innegable que ha tenido el iiso d t csLa fúrniula paliativa dc dcsgracias ajcnas, no se ajusta a la icalidad, si Iñ utilizamos dcsdc la peispec~iva de los aconrctiimientos dr 1898. 1; " efccto, menos se perdió cn Cuba quc cn Filipinas. I.pjns
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... de ser gratiltta, csra afirmación sc basa cn una fria observación dc la situación relativa de las dos colonias españolas cn cl horizontc finisecular. ¿Cómo es posible comparar, con parámctros de finalcs del siglo XIX, el valor relativo quc como posesión ultramarina podía tener una isla de poco mas de 100.000 km2, y un millón largo dc habitantes, con un archipiCligo que triplicaba su extensión. y quintuplicaba su población?. A veces, la memoria histiirica d irorsiona cl pasado, sobre rodo cuando lo que se rccuerda r s un instante concreto cn una historia tan largx y tan intensli como la de las relaciones entre España y Cuba]. Pcro lo quc ahora pretcndrrnos P S it~lornos en las posrrimcriar del siglo XIX. En un rnurnciito rri que, tras u n largo período de expansión, ligadu al azúcar, la ccuilurriía culiaiia cotiiicriza a rrrihir i i n ñ srric d e rliiios gulpc, quc liarhri rariibalcar su ptorperidad. Priniei-o, la Gurrm de lni Ilrer Anor (1868-1878) que, adeniis de dañar el aparato prndiirtivo, mndifici, las expectativas a largo plazo del empresariadn ~spaiiol whrr la continiiidad del dominio colonial en la isla. y convirtió en endémico el problema dcl déficit público cubano y su financiación4. Después, durante los anos ochenta y noventa, la. caída dc los precios internacionales del azúcar, provocada por el aumento de la producción del azúcar de remolacha, y la clausura de los mercados europeos al derivado de la de caña, impidieron que rsas heridas cicatrizasen con una nucva ctapa de prosperidadi. El epílogo lo curistituyó la guerra dc 1895-98. Mieiirras. Filipiriab ~orric~izaba a despertar de un largo letargo. Entre 1841 y 1890, tanro las exportaciones coiiio las iinportaciones del archipiélago se multiplicaron por seis a un rirmo que LC aceleró a partir de la apertura del Canal de Suez, en 18696. Este crecimiento viriu arorripakadude un cambio estructural tanto en la composición de las exporraciories L O I~I I dc las iinportacioiirs caracrcrizado, en cl primcr casci, pur la u~t i t u~i ú i 1 dcl a r r~~, ~r a d i c i u n a l l n~n t~ exportado ' Fsrr trabajo cnnsriuye un avance dcl pioyccro de inuerrigrciún iinansiado por la DGFS, PB96-0282 As1 se rirula uno de los melores lihriir edirador con motiva del ieiircnñrio dcl 98, coordinado por J. Pan-Moiiiui<i (1998). 'ni r,.<pccco, 510rcno Fríg;nalr (1995) 'Sobre la ~r i r i s dc la hacicnda cubana en el periodo dc ciitrcgurrrar, Roldáti de Monraud, (1997). ' Eri Ini quincc ,750s quc "rn d c 1872 a 1887, cl prccto dcl izúcar cubano cn cl mercado norteamericano ic redujo s 161 mirad, Tnrrclli Carares (1964) k t mejiir ini,crrigacign rohrc cl coiiicrcio cxrcrior filipino en el s. XIX, er ini<lit<i. H. Legarda jr., (1956). Cn bucri re^ SUnicii en, J . A Larkin, (I!Jl3), 46-53
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