Biorrelaciones entre los musgos y su acarofauna en México

Anita Hoffmann y Roberto Riverón
1992 Bryophyte Diversity and Evolution  
Comments are given regarding a preliminary list of 48 families of mites collected on mosses in Mexico: 11 Mesostigmata, 17 Prostigmata (=Actinedida), 1 Astigmata and 19 Cryptostigmata (=Oribatei); a general analysis is made of the relationship between the bryophytes and their associated fauna. An in-depth study of this faunal group must reveal a much greater number of associated species. Resumen. La lista preliminar de ácaros colectadas sobre musgos en México incluye 48 familias: 11
more » ... , 17 Prostigmata (=Actinedida), 1 Astigmata y 19 Cryptostigmata (=Oribatei). Se presenta un análisis general de la relación entre las briofitas y su fauna asociada. El estudio detallado de estos grupos de animales seguramente dará a conocer un número mayor de especies asociadas con las briofitas. El presente trabajo no es el resultado de una investigación concreta, hecha específicamente sobre la fauna de musgos; se refiere, más bien, a observaciones realizadas a lo largo de los años durante trabajos de campo en numerosas localidades de la República Mexicana en las que se estudiaron los ácaros de los musgos. Los ácaros, como se sabe, constituyen un grupo numeroso de animales de dimensiones pequeñas caracterizados, principalmente, por una asombrosa capacidad para adaptarse a cualquier ambiente que les ofrezca protección, alimento, humedad o algún otro elemento importante para su supervivencia. Es así que se conocen multitud de especies de ácaros terrestres y numerosas especies acuáticas, tanto dulceacuícolas como marinas, que ocupan una variedad infinita de microhábitats. Todas interactúan entre sí y con otros animales y vegetales con los que comparten las diversas biocenosis o comunidades que con-stituyen los ecosistemas. Todas estas biorrelaciones representan factores muy importantes que coadyuvan a mantener el equilibrio ecológico de las poblaciones. Los musgos, por su parte, forman asociaciones de gran impacto ecológico porque en los espacios entre un tallo y otro, se establecen microambientes muy favorables que son aprovechados por otros organismos como bacterias, algas, hongos, protozoarios, rotíferos, nemátodos, anélidos, pequeños moluscos, tardígrados y numerosos artrópodos, entre los que se encuentran los ácaros. Estos últimos son, precisamente, los habitantes más numerosos y variados de los musgos, seguidos por los colémbolos. Claro está que la composición de la flora y la fauna variarán, según se trate de musgos inmersos, musgos húmedos o musgos secos, de acuerdo con las categorías ecológicas propuestas por Ramazzotti (1958). No obstante, en todas ellas pueden en-
doi:10.11646/bde.6.1.12 fatcat:boibjwazinhdxevehieilbgcvm