Granuloma de células gigantes en maxilar
Isidoro Rubio-Correa, Damián Manzano-Solo de Zaldívar, Raúl González-García, Florencio Monje-Gil
2011
Revista Española de Cirugía Oral y Maxilofacial
Autor para correspondencia. Correo electrónico: Isirc84@gmail.com (I. Rubio Correa). Discusión El granuloma de células gigantes (GCG) fue descrito por primera vez por Jaffe 1 en 1953 como "granuloma reparativo de células gigantes", si bien actualmente no se refiere a él como reparativo, debido a su carácter localmente destructivo. Es una entidad relativamente rara. Supone un 7% de los tumores de los maxilares (siendo su localización preferente en la región de los incisivos, y más frecuentemente
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... en la mandíbula que en el maxilar) 2 . Es más habitual en niños y adultos jóvenes, con un ligero predominio en el sexo femenino 2 . Histológicamente se caracteriza 3 por la intensa proliferación de células gigantes multinucleadas y fibroblastos, sobre una densa estroma vascular, con depósitos de hemosiderina. Se clasifica en: a) periférico, si afecta a las extremidades, y b) central, si se desarrolla en la línea media (siendo este tipo menos frecuente). En cualquier caso, siempre afecta a tejidos con soporte óseo. Como factores etiológicos 4 se han relacionado diversos factores, sobre todo irritantes locales (como extracciones dentales o prótesis mal adaptadas) y hormonales 3 (de hecho, ante todo en el GCG debería descartarse la coexistencia de hiperparatiroidismo primario, ya que los clásicos tumores pardos característicos de esta afección tienen una histología prácticamente indiferenciable de la del GCG). Otra teoría sobre su origen refiere que se trata de una lesión vascular intraósea similar a los angiomas de tejidos blandos 5 . El diagnóstico diferencial se realizará con el granuloma piogénico, el fibroma gingival, el fibrosarcoma y las metástasis de tumores a distancia, que clínicamente pueden parecerse al GCG. El diagnóstico definitivo viene dado por la biopsia. Clínicamente se manifiestan como una masa o nódulo de color rojizo (aunque a veces puede ser azulado), de consistencia carnosa y ocasionalmente ulcerada superficialmente. Pueden ser desde asintomáticos, de pequeño tamaño y lento crecimiento, hasta grandes y destructivas lesiones que crecen rápidamente. En cuanto al manejo, clásicamente se recurría
doi:10.4321/s1130-05582011000200011
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