Relaciones y Hechos de Juan Gelman: "Disparos de la belleza incesante"

Víctor Rodríguez Núñez
2001 Revista iberoamericana  
I En la primera mitad de la década de 1970, mientras Octavio Paz proclamaba el fin, en el proceso de las letras hispanoamericanas, de "la tradición que se niega a sí misma para continuarse, la tradición de ruptura" inaugurada por el romanticismo y cerrada por la vanguardia (145), y por consiguiente el ocaso "tanto de la noción de futuro como de cambio" (205), Juan Gelman daba a la luz sus Relaciones. 1 La conexión entre las ideas de Paz y el quehacer de Gelman, que estaría justificada
more » ... e por ser producciones literarias contemporáneas de Hispanoamérica, se hace explícita cuando el hablante lírico del segundo interroga al primero -y a otros miembros de la llamada generación posvanguardista-en una de las piezas claves de este libro, escrito entre 1971 y 1973. 2 1 Juan Gelman nació en 1930 en Buenos Aires, como parte de una familia de inmigrantes ucranianos. Creció como cualquier porteño, entre balonazos y milongas, en el barrio de Villa Crespo. Fue iniciado en la lectura por su hermano Boris, quien le recitaba en ruso versos de Pushkin. De él recibió obras de Dostoiesky, Tolstoy, Víctor Hugo y otros clásicos. A los once años publicó su primer poema en la revista Rojo y negro, y en la década de 1950 formó parte del grupo El Pan Duro. Fue en uno de los recitales de este grupo donde lo descubrió Raúl González Tuñón, quien vio en los versos del joven "un lirismo rico y vivaz y un contenido principalmente social [...] que no elude el lujo de la fantasía". Para el experimentado poeta aquel principiante no era "un evadido de la realidad como desearían los teóricos de un artepurismo imposible; ni tampoco un 'editorialista en verso', un simple propagandista, como querrían que fuera los agrios críticos sectarios, los que ignoran que en la conciencia del poeta, del creador, habrá siempre un terreno inalienable que no podrá ser hollado" (Cit. en Boccanera 25). Sin duda, esta valoración resultó premonitoria; el discípulo no le ha fallado al maestro. 2 El año clave para esta generación, según José Olivio Jiménez, es 1940: "Alrededor de esa fecha, poetas que habían nacido a partir de 1910 comienzan a producir una nueva poesía (para la cual Roberto Fernández Retamar reserva precisamente la calificación de posvanguardista), que intentará, como su objetivo más peraltado, una penetración de la realidad, cuya faz aparencial o inmediata no resultaba suficiente ni siquiera como materia poetizable, y en busca ya de su dimensión última y trascendente. Dicho de otro modo, que la lírica, a través del poder mágico y conjurador de la imagen, se arrogaba la función de fabular una realidad trascendente, salvada de toda contingencia, de todo azar. Los entusiastas de esta misión extrema de la poesía agotan, al describirla, un sugerente repertorio de voces como secreto, oculto, genuino, inefable, resistente..., y hasta hablan de aventuras místicas y metafísica" (23).
doi:10.5195/reviberoamer.2001.5898 fatcat:pqosgv5dgbgkjoayqpxbh53764