En el estudio de Marti poeta tal vez no reciba el critico una impresi6n m~s profunda y permanente que la de su honda raiz vital.' En realidad todo su canto es un manar de vida y, por consiguiente, toda su vida un hontanar de versos. El hombre se descubre siempre tras el bardo; la existencia se evidencia indefectiblemente tras el canto. En los primeros tiempos -Ismaelillo, Versos libres (1882)predomina un mayor ambiente de irrealidad po6tica, aunque sean objeto de inspiraci6n el hijo y el choque

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... del ensuefio con la realidad hiriente. Pero en los Versos sencillos (1891) lo vivido se diluye apenas conservndose en concreci6n tal de acontecimientos personales que un nfimero considerable de poemas responde a situaciones bien conocidas de la vida del autor. A veces las raices llegan tan a lo hondo que, ignorantes de ciertos detalles biogr~ficos, perdemos contacto con el hombre para quedarnos s61o ante la esfinge. Y sin embargo, el motivo vital parece estar siempre presente, veamoslo o no, germen creador y de luz. El mismo Marti nos lo dice en mas de una ocasi6n. En esa biografia poetica final de los Versos sencillos, paralela a la humana del comienzo, exclama: Yo te quiero, verso amigo, Porque cuando siento el pecho 1 " ... en nadie ha sido la vida como en 61, substancia poetica de posibilidades preciosas en la transfiguraci6n que es siempre el poema autentico", Concha Mel6ndez, "El crecer de la poesia de Marti", Asomante, 3 (1953), 29.