La familia novohispana y la ruptura de los modelos

Pilar Gonzalbo Aizpuru
2000 Colonial Latin American Review  
El Colegio de México -[7]-En todo momento, los imperios colonizadores han pretendido imponer modos de comportamiento sobre la población colonizada. No sólo el interés político, sino también el prestigio y la justificación cultural y moral de su intervención, los han impulsado a establecer criterios valorativos y a exigir el apego a unas normas que deberán considerarse éticamente superiores a las imperantes en las regiones sometidas. Aun en tiempos recientes, y cuando el imperialismo adopta
more » ... s más sutiles de intervención, la difusión de ideas «progresistas», de «bienestar» y de «protección», es decisiva para consolidar posiciones de dominio. A partir del inicio del siglo XVI, en los albores de la conquista, y durante todo el periodo colonial, los monarcas castellanos estuvieron doblemente obligados a vigilar la vida privada de sus vasallos americanos, puesto que la legitimación de sus conquistas en América dependía del cumplimiento del mandato pontificio de la cristianización. Bautizar masivamente a los indígenas habría permitido cumplir formalmente con el requisito de la evangelización, pero habría quebrantado la base del pacto social por el que los súbditos tenían la obligación de obedecer y sus soberanos la de gobernar en justicia y de acuerdo con la ley divina. Además, muy pronto se apreciaron los beneficios prácticos de la catequesis, que promovía la sumisión y la docilidad de los neófitos. Primero en las islas del Caribe y muy pronto en tierra firme, se comprobó que la imposición del credo cristiano iba necesariamente unida a la de una nueva ética. Entre
doi:10.1080/713657405 fatcat:mnrmbdqatzbkhjzrskiss7hmha