La autofundamentación de la conciencia y la liberación del espíritu

María Elton Bulnes
2018 Anuario Filosófico  
Los primeros siglos de la modernidad están marcados por el espíritu de examen. La filosofía moderna se caracteriza por un rechazo rotundo de la debilidad del espíritu. La inteligencia de los modernos quería pensar por sí misma, apartándose de potencias y autoridades engañosas. El espíritu de reflexión se afianza especialmente, entre los pensadores franceses, en el siglo XVII, a partir de la filosofía cartesiana. La certeza como evidencia de la razón, se establece como el punto de partida de un
more » ... ovimiento anímico que va desde lo subjetivo a lo objetivo, desde lo psicológico a lo ontológico, desde la afirmación de la conciencia a la sustancia. La mejor mística moderna se sitúa, paralelamente, en esa búsqueda de la verdad dentro de sí mismo, descubriendo, con gran realidad, la riqueza anímica de la persona, el dinamismo psicológico y moral que se pone enjuego hasta alcanzar la verdad. Fénelon recoge esa tradición mística con gran agudeza intelectual. Es cartesiano, y entre otras consideraciones que se encuentran en su filosofía, se halla un replanteamiento del cogito de Descartes, que lo sitúa en el origen mismo del subjetivismo moderno, y en sus posibilidades de superación. De lo que se trata fundamentalmente, en las Meditaciones cartesianas, es de una renovación de la fe a partir de la evidencia de la razón, y lo que consigue Fénelon, al volver sobre ellas, profundizándolas, y en sus demás escritos, es precisamente explicar, filosóficamente, esa acción fundamental del hombre que es la fe. La Segunda Parte del Tratado sobre la existencia de Dios de Fénelon se inica con un hondo análisis de la duda -principio metodológico cartesiano que antecede a la evidencia-que, para Fénelon, más que un método, es un estado profundo del alma. Efectivamente, Fénelon, como Descartes en las Meditaciones, duda de los prejuicios
doi:10.15581/009.21.30045 fatcat:33gkmacjdrbonfcpvvbeh5gfsi