TÚNEZ Y LA REVOLUCIÓN ÁRABE
Osvaldo Coggiola
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n Túnez asistimos, con la "Revolución de los Jazmines", después de 40 dias de movilización popular con más de cien muertos, no sólo a la caída de una dictadura familiar, sino a la descomposición de un régimen político y, potencialmente, de un régimen social; y al inicio de un proceso revolucionario de vasto alcance en el Maghreb y en todo el Medio Oriente. Un sobrino de la pareja ex gobernante de Túnez (Imed Trabelsi), enriquecido a la sombra del régimen dictatorial, fue liquidado... ¡por su
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... pio guardaespaldas! La residencia de Belhassen Trabelsi, hermano de la esposa de Ben Ali, Leila Trabelsi , fue saqueada en la ciudad de Sokra, lo mismo sucedió con la vivienda de Hemi Trabelsi. La caida de Ben Ali y su familia (su esposa, en estilo Imelda Marcos, huyó del pais llevándose, no miles de zapatos, como su inspiradora filipina, sino una tonelada y media de oro, más de sesenta millones de dólares) fue producto directo de un golpe palaciano, condicionado por la revuelta popular, cuando el jefe del ejército no sólo se negó a reprimir al pueblo en la calle, sino que también le indicó la puerta del fondo (que lo condujo a Arabia Saudita, después de rechazado por sus malagradecidos padrinos franceses e italianos) al ex presidente, que habia sido recientemente re-reelecto con votación récord, en "el pais que gozaba del más alto nivel de vida de la región, y había además aniquilado a los islamistas", según el comentario sorprendido de la "gran prensa". En los últimos dias de Ben Ali, la policia, que ya no daba abasto con el pueblo movilizado, tuvo que enfrentar también a unidades del ejército. El nuevo auto-designado gobierno (compuesto por digantarios del régimen depuesto, con la incorporación de tres ministros de la "oposición"), pese a declarar su carácter transitorio (prometió convocar a elecciones en seis meses) no desactivó, sino que fortaleció la movilización popular, que pasó a reclamar la completa extinción del régimen y la disolución del "partido" gobernante (el RCD, Rassemblement Constitutionnel Démocratique, una verdadera mafia), y continuó más que nunca en la calle, ahora apoyada en la huelga general por tiempo indefinido de diversos sectores (en especial, de maestros y profesores): "Ni un Estado policial, ni un Estado militar" es la consigna más entonada. La caida de Ben Ali equivale practicamente al desmantelamiento del Estado, en un pais cuyo ejército nacional cuenta con menos de 30.000 hombres, contra los 160.000 miembros de las "fuerzas de seguridad" (policia), encargadas de la protección de la mafia gobernante. Los vecinos se pusieron a defender sus barrios por cuenta propia, contra los matones y la guardia pretoriana del régimen mafioso depuesto: la clase trabajadora en Túnez ha comenzado a armarse por sí misma, con lo poco que tiene, para proteger sus barrios y establecer comités de autodefensa, creando embriones de núcleos de poder de los trabajadores. LA DICTADURA TUNECINA El año de 1934, con la formación del Partido Néo-Destour (Nueva Constitución) (NDP) dirigido por Habib Bourguiba, marcó formalmente el inicio de la lucha tunecina por su independencia. En 1955 Túnez consiguió el autogobierno y, en 1957, la independencia como una monarquía constitucional. En 1957, la monarquía fue derrocada y se proclamó la República, con Bourguiba como presidente. A pesar de la independencia, Francia mantuvo su presencia militar por medio de una base naval en Bizerta hasta 1963. En ese año, tras un bloqueo por parte de la marina tunecina, los E
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