RESUMEN En las zonas ganaderas de la cornisa cantábrica es usual un déficit alimenticio durante el verano. Estudios llevados a cabo durante los últi-mos cinco años en Galicia. Santander y Asturias han puesto de matti-fiesto la necesidad de paliar este déficit, para lo que proponen el maíz ciclo 200 y el girasol. Se estudian los esquemas de cidtwo y aprovecha-miento de ambas especies. En el caso del girasol, se controlaron los re-sultados en veintiséis granjas y sus efectos en la producción de

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... che e ingestión por el ganado. Se recomienda utilizar ambos cultivos al esta-do lechoso-pastoso del grano. INTRODUCCIÓN Es bien conocido que en las zonas ganaderas, incluso de la "España húme-da", se atraviesan dos momentos difíciles en la alimentación del ganado con forraje base: la más importante, en invierno, y la otra, más corta, pero que en ocasiones es de mucha entidad, en los meses de verano. Es tradicional en la cornisa cantábrica, llegado el verano, la afluencia de forrajes desecados procedentes de la meseta castellana, así como de otros pun-tos de España. En la meseta castellana, los ganaderos montañeses y asturia-nos estaban muy habituados a adquirir cantidades importantes de paja de le-guminosas y también de cereales. La razón de estas importaciones estribaba, y sigue estribando (hoy se tiene preponderancia o inclinación hacia los henos de alfalfa), en la carencia de forraje, que se empieza a notar desde finales del mes de junio. Lo normal es que los meses de agosto y septiembre se carac-tericen por una deficiencia forrajera que trae como consecuencia o una subali-mentación base del ganado o bien una alimentación muy onerosa a costa de las compras realizadas en el exterior. Para paliar este efecto de la falta de forrajes tradicionales: pradera natural, pradera temporal y alfalfa, el ganadero rotura tierras o mantiene en cultivo las ya roturadas para poner en ellas maíz y alguna otra forrajera anual. Desde 158 PASTOS