Utilitarismo

Rafael Cejudo Córdoba
2019 Télos  
Introducción En 1874, el británico H. Sidgwick (1874, pág. 411), uno de los grandes teóricos del utilitarismo, escribía: "el término 'utilitarismo' hoy es de uso común para designar esa doctrina o método con la que todos estamos familiarizados". Debo comenzar quitándole la razón al insigne Sidgwick pues no creo que haya teoría filosófica (salvo quizás el pragmatismo) más incomprendida y denostada a causa de su nombre. Fue J. Bentham (1843a) quien ideó el utilitarismo como teoría ética, y quien
more » ... n 1776 escogió el vocablo "utilidad" como término técnico e idealmente unívoco con el que sustituir al de "felicidad". Después su discípulo heterodoxo J. S. Mill popularizó "utilitarismo" como denominación de la teoría. Pero la elección de Bentham no fue precisamente feliz, pues facilita asociar el utilitarismo con el egoísmo cortoplacista y romo, o incluso con un maquiavelismo burdo. Recordemos casos hipotéticos como el propuesto por B. Williams (1973) en el que un tal Jim tiene en su mano la solución más útil de asesinar a un inocente para evitar que la guerrilla mate en su lugar a nueve personas. O el de preferir salvar a un científico y a un compositor geniales trasplantándoles los riñones de un asesino convicto . De las discusiones sobre el utilitarismo se retienen 1 Este trabajo fue originalmente publicado on-line en la Enciclopedia de Filosofía de la Sociedad Española de Filosofía Analítica (). Agradecemos al autor y a los editores originales el permiso para su reedición en Télos.
doi:10.15304/t.23.1-2.6431 fatcat:xbdagrlbfjhkhelrmzxycht4xy