El mito de la educación.Por qué los padres pueden influir muy poco en sus hijos

José Miguel Rodríguez García
2011 Actualidades en Psicología  
El mito de la educación.Por qué los padres pueden influir muy poco en sus hijos. Grijalbo: Barcelona. José Miguel Rodríguez García El mito de la educación de Judith Rich Harris es un texto que nos obliga a reevaluar las concepciones tradicionales que se han sostenido sobre la socialización en las ciencias sociales, pero particularmente en la psicología. Este examen incidiría no sólo en el nivel de las teorías específicas, sino sobre uno de los supuestos que las fundamenta: que los padres tienen
more » ... un papel privilegiado en el desarrollo psicológico y social de sus hijos. El origen de este libro se encuentra en un artículo publicado en Psychological Review (Harris, 1995) 1 , el cual recibió el premio George A. Miller de la Asociación Americana de Psicología (APA). A través de este texto, la autora empezó a ser conocida en el mundo académico, pues carecía de vínculos con universidades o institutos de investigación. Lejos de estas instituciones, su labor se había concentrado en escribir libros de texto de psicología. En su obra, Harris (1999) desarrolla una sólida argumentación con la que demuestra que en la crianza de los hijos son dos los factores centrales: la herencia genética y el grupo de pares; en este proceso, los padres tienen una relevancia sustancialmente menor y comparativamente irrelevante.. Plantea que se ha dado una sobreestimación del rol que tienen los padres en la crianza de los hijos, y, con el apoyo de una extensa revisión de literatura, refiere que las explicaciones sobre la constitución de la personalidad se pueden ubicar principalmente en la herencia (nature) y en el entorno de crianza (nurture). Por cierto, considere el lector tomar en consideración que esta tesis, central en el texto, no queda bien expresada en la traducción castellena del título. Sería más adecuado pensar en una traducción directa de su título en inglés (The nurture assumption: Why children turn out the way they do?), el cual estaría mejor relacionado con el contenido de la obra. En su lectura de las teorías del desarrollo humano, Harris explica que la preponderancia de las figuras paternas aparece en la psicología del desarrollo luego de que se popularizan las propuestas del psicoanálisis y del conductismo. El papel de los padres se ubica, en estas propuestas, en un primer plano al concebírseles como ejecutores de métodos para el control de esfínteres y del uso de recompensas y castigos, entre otros. De igual manera, los padres son vinculados con la formación del Super Yo, para mencionar solamente una categoría freudiana. De esta manera, al preguntarse ¿cómo son moldeados los niños por las experiencias que tienen mientras están creciendo?, la autora manifiesta que se ha privilegiado el ámbito de la familia nuclear en este proceso, lo cual constituye -para ella-un error por las razones subsiguientes: a.-La familia nuclear como estructura independiente de un grupo es una "invención" reciente. b.-El niño no trata de comportarse como los demás miembros de la sociedad porque éstos no se comportan de una manera homogénea. Las conductas dependen de las características específicas (edad, género, etnia, etc.) y por lo tanto los niños buscan comportarse según la categoría social a la que pertenecen; en este sentido, la socialización es algo que los niños construyen, no algo que se les vierte. c.-El comportamiento de las personas depende de las condiciones del contexto en el que se encuentren, de tal manera que un mismo niño se va a comportar diferente en la escuela, la casa, el barrio, entre otros. d.-No se ha tomado en cuenta la relevancia de la herencia genética. e.-En términos evolutivos, la vivencia en grupos es mucho más extensa que la vivencia en familias, por lo que los grupos se perfilan como los entornos naturales de los niños, más que las familias. Según lo expuesto por la autora, a las diferencias genéticas se le puede atribuir cerca de un cincuenta por ciento de los rasgos de la personalidad, el resto de la responsabilidad le correspondería al entorno. El entorno ha sido tradicionalmente identificado como aquel en que se desarrolla en el núcleo familiar, especialmente con la participación de los padres. Contra este supuesto tradicional de la crianza, la autora plantea la existencia de dos mundos separados. Por un lado, el contexto generado por la experiencia familiar vinculado con la presencia de los padres, y por otro lado, el entorno generado en los grupos de iguales. Sin embargo, en cada uno de estos contextos la conducta de los niños es diferenciada. En los espacios con la presencia de los padres, los niños se
doi:10.15517/ap.v18i105.64 fatcat:fqu4rkjlmvdplj5dr74g5xaup4