Desde hace más una década, el desplazamiento forzado en el mundo viene batiendo récords históricos, superando la cifra de 82 millones de personas durante el año 2020, lo que equivale al 1% de la población mundial. Frente a este oscuro panorama, la protección internacional de personas refugiadas requiere, cada vez más, de profesionales de derecho con formación específica y vocación de servicio en el ámbito humanitario, una rama poco conocida que resignifica absolutamente el sentido y el ejercicio de la profesión.