Schopenhauer y la lectura de los clásicos: apuntes y notas

Carlos García Gual
1988 Epos Revista de filología  
UNED Al cumplirse el bicentenario de su nacimiento (el 22 de febrero de 1788 en la ciudad de Dantzig), quisiera ofrecer estas breves notas de lectura, sin otro empeño que el de recordar la afición del filósofo a la literatura y a la filosofa antigua. De Schopenhauer recomendada F. Nietzsche leer todas y cada una de sus líneas, y ninguna de las que se habían escrito sobre él. Un consejo que, de rebote, alcanzaría a las excelentes páginas que él mismo le dedicó, en "Schopenhauer como educador"
more » ... 1874), una de sus Consideraciones intempestivas. De Schopenhauer tomó Nietzsche, entre otras, la simpatía literaria hacia Baltasar Gracián; como es bien sabido, autor predilecto de ambos. Schopenhauer tenía más de ilustrado del xvm que de romántico, y conjugó su vocación filosófica con una espléndida formación literaria. No sólo gran pensador, sino también, a la par, magnífico escritor de prosa clara y expresión precisa. Más moderno que romántico también, como señala Thomas Mann, quien lo sitúa como una figura puente entre Goethe y Nietzsche: "más moderno, más sufriente y difícil que Goethe, pero mucho más clásico, robusto y saludable que Nietzsche". Influyó en Freud y en la psicología moderna, él, un heredero de Kant y de Platón. Frente a las ilusiones de su época se mostró esceptico y pesimista, incrédulo ante la tesis hegeliana del progreso de la razón en la historia y despectivo ante los fervores nacionalistas de la Alemania romántica. Vivió solitario e ignorado hasta la publicación de Parerga y Paralipomena (1851), como un ejemplo de esa Historia trágica de la Literatura que él mismo postuló alguna vez. Esa libertad e individualidad ante las ilusiones de su tiempo le hace ahora especialmente actual, en muchos aspectos, como ha destacado M. Horkheimer (tanto su en-
doi:10.5944/epos.4.1988.9524 fatcat:vcorkdylknb2nhcgz3fyexxh7m