Memorias de intolerancia política: las víctimas de la Triple A (Alianza Argentina Anticomunista) Memories of political intolerance: victims of the Triple A (Alianza Argentina Anticomunista)

Alicia Servetto
2008 Ahead of Print   unpublished
440 Memorias soslayadas Hay un acuerdo generalizado de que la memoria es un ejercicio de reconfiguración del pasado según las preguntas del presente. El tiempo presente Alicia Servetto Memorias de intolerancia política: las víctimas de la Triple A (Alianza Argentina Anticomunista) En enero del 75 lo asesinan a Luciano Jaime [dirigente gremial de la provincia de Salta], que había sido secretario del consejo deliberante, cayeron Fortuny, Alzaga, lo mataron a Felipe Burgos, a una cantidad
more » ... En Buenos Aires comenzaron a caer una cantidad... hubo como 2.000 muertos entre el 74 y 75 por la Triple A. El afiliado era prácticamente boleta [asesinado] en ese momento. Era como ponerse de manifiesto frente a la policía. Alicia Servetto Memorias de intolerancia política: las víctimas de la Triple A (Alianza Argentina Anticomunista) Era joven, tenía 16 o 17 años, [...] La decisión se tomó en agosto del 74 de que había que levantar todo, ya era insostenible, vivíamos, yo personalmente, con la sensación de persecución, de que los servicios te seguían, de los controles que había, que había buchones, que teníamos alcahuetes adentro, Montoneros pasó a la clandestinidad y se nos ponía cada vez más feo. Carlos (Dirigente de la Liga Agraria, Provincia de Formosa): Con la intervención 6 se pudrió todo, empezamos a tener dificultades, yo era joven, tenía 21 años. La represión apuntaba a los jóvenes, eran los predilectos. A los dirigentes y a los jóvenes, acá funcionó un aparato de desaparición de personas, una masacre. Ricardo A.: Estuve detenido, desaparecido, porque nade sabía donde estaba. Después de la intervención, 7 ya estaba todo muy diezmado, los mismos cuadros ya se retiraban, en la misma intervención ya hubo detenidos a disposición del Poder Ejecutivo. Perdí el trabajo, perdí todo, yo era empleado público de la Nación, no pude volver nunca más, quedé afuera por abandono de servicio, pese a que mi madre y mi padre denunciaron mi desaparición. Cuando me largaron, no me fui del país, porque tenía mi madre muy enferma, como me hacían un seguimiento, les pregunté si era necesario que me fuera y me dijeron que si no tenía nada que ver, que me quede, pero a los informes que presentaba en las empresas, siempre salían informes rojos que daba la policía y decía no, ¡es comunista! Ricardo P.: 7 La provincia de Salta fue intervenida por el gobierno central en noviembre de 1974. Alicia Servetto Memorias de intolerancia política: las víctimas de la Triple A (Alianza Argentina Anticomunista) 450 Después, claro, empezó, en mi casa, en la casa de mi madre, en realidad, empezó a haber llamadas por teléfonos, yo me llamo Nicolás Ricardo, pero jamás he usado el nombre Nicolás, y sin embargo, llamaban compañeros míos a preguntar por Nicolás, entonces yo ya sabía que era la gente que tenía mi documento y no mis compañeros, porque nadie sabía cuál era mi nombre, así hubo muchos llamados. Después algunos empezaron a ser más intimidatorios, y esto empezó en febrero y duró meses, o sea, tuve que empezar a mudar de domicilio, hay acciones ya de buscarnos, intimidación. A mi se me cambia completamente la vida porque ya no puedo estar, ya no estoy en un mismo lugar, no puedo obviamente hacer ningún tipo de trabajo estable, no voy más a la Universidad, y esto duró hasta fines de ese año, fines del setenta y cuatro (...). Yo me fui con cincuenta y cinco dólares en el bolsillo, así llegué al Perú, nada más, esto era todo lo que tenía.
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