A partir de unas consideraciones (no solo) semánticas sobre los conceptos de reforma y de conversión (1) cuyo contenido se ve determinado por la sinodalidad (2), el artículo presenta el aporte de la constitución apostólica Episcopalis communio [EC] de 2018 en cuanto puede generar una mayor «sinodalización» de la Iglesia católica (3) mediante una articulación entre comunión, participación y misión —el lema del actual proceso sinodal hacia 2023— (3.1), pasando de la escucha a la consulta del

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... o de Dios (3.2) y valorando tanto la doble misión del ministerio episcopal en el marco de una eclesiología de todas las Iglesias (3.3) como una más amplia participación de todos los fieles (3.4). Tal vez uno de los frutos de EC sea repensar (y poner en práctica) la colegialidad episcopal, incluso el primado pontificio, dentro de la sinodalidad eclesial.