Rusia en el APEC
Antonio Dueñas Pulido
2003
México y la cuenca del pacífico
ntroducción La reunión cumbre del mecanismo de Cooperación Asia Pacífico (APEC, por sus siglas en inglés) en Kuala Lumpur, en octubre de 1998, aceptó el ingreso de la Federación Rusa. Al respecto se plantean dos preguntas: ¿por qué hasta ese año se acepta a Rusia, un país que por su posición geográfica, sus recursos humanos, naturales y su capacidad militar tenía derecho a ser invitada desde los inicios de la organización? ¿Por qué precisamente en 1998? Dos factores fueron determinantes: uno
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... erno, la posición de los países occidentales hacia la desintegración de la URSS, y dos, los cambios en el interior de la Federación Rusa para construir la economía de mercado. ¿Por qué Rusia no ingresó al APEC desde su creación? Recordemos que la creación del APEC en 1989 y el proceso de su consolidación coinciden con el inicio de la desintegración del bloque socialista, seguido, a partir de los primeros años de la década de los noventa del siglo XX, del de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y al proceso interno orientado a definir el futuro de ese país, que por tal razón se veía envuelto en una ola desestabilizadora de nacionalismo y por la proliferación de organizaciones políticas que trataban de llenar el vacío que durante siete décadas ocupó el único partido político permitido, el Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS). Tanto los rusos como los habitantes de otras nacionalidades de la ex URSS y del resto I del mundo no daban crédito a lo que observaban: una potencia nuclear, espacial (que durante 70 años sobrevivió a múltiples y difíciles pruebas, como la guerra civil de 1918-1920, la primera y segunda guerras mundiales, los años críticos de la guerra fría) se desmoronaba rápidamente. Así, podría decirse que de la noche a la mañana desaparecieron las instituciones socialistas que se creyeron sólidas y que por décadas se promovieron como la alternativa a las del sistema capitalista. En ese escenario muchos auguraron la balcanización de la Federación Rusa, heredera de la mayor parte del territorio, del arsenal militar de la ex URSS, y no pocos fueron los intereses que se preparaban para ser parte de la distribución de su vasta riqueza natural. Las hipótesis fueron varias: dejaría de existir la Federación Rusa y aparecería una multitud de nuevos estados mediterráneos, la mayoría de ellos con una viabilidad cuestionable; o que dicha Federación se limitaría al territorio europeo y su rica porción siberiana formaría otra unidad estatal (existe un antecedente durante la guerra civil de 1918-1920). Pero el escenario de la balcanización rusa prometía más problemas, en especial de seguridad, que beneficios. El problema de Rusia fue que la euforia interna y externa por destruir la estructura socialista -expresada en un modelo basado en una economía centralmente planificada, en la propiedad estatal de los medios de producción-no fue la misma para construir una economía de mercado basada en la propiedad privada, y crear el nuevo andamiaje económico-social. La primera mitad de los años noventa fue para Rusia una etapa agitada, de incertidumbre política y muy errática en lo económico.
doi:10.32870/mycp.v6i20.633
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