REFLEXIONES SOBRE ALGUNOS PORTUGUESISMOS EN LA ARQUITECTURA CANARIA

Alberto Darias Príncipe
2003 I Série   unpublished
El dominio y colonización de Canarias es una de esa páginas de la his-toria en las que el azar, las circunstancias y la coyuntura del momento con-fluyen para que la balanza se decante a favor del reino de Castilla. Redescubierta por los genoveses en 1291, se convierte en pieza apete-cida por castellanos, franceses, portugueses y aragoneses, pero fue D. Luis de la Cerda, el desheredado de Castilla, quien consigue de Clemente VI, en Avignon (1344), la bula mediante la cual, como feudatario de la
more » ... illa Apostólica, recibía el territorio con el título de Príncipe de la Fortuna. Castilla y Portugal protestaron por considerar que al tener más derechos que el Infante se lesionaban sus intereses. La primera porque la herencia asumida del reino visigodo incluía las provincias del norte de África: Mauritana y Tingitana, cuya proximidad con las islas confirmaba sus pre-tensiones; y en el caso de Portugal, por ser la primera en el tiempo, pues la expedición en 1341 de Nicoloso da Recco antecedió a todas las demás. La aventura del Infante de la Cerda no tuvo efecto, y la crisis del S. XIV dejó a los dos reinos ibéricos libres de posibles competidores. De este modo, Castilla se adelantó y, haciendo uso del derecho de ocupación, Enrique III de Trastámara concedió autorización y ayuda al normando Jean de Bethencourt que arribó, en 1402, a la isla de Lanzarote. Diez años después, en tiempos de Juan II, se hace la enfeudación, hecho en el que juega un papel importante el embajador de Francia en Castilla, Robin de Braquemont, primo por lo demás de Bethencourt. Los portugueses, entretenidos en las conquistas del Norte de África, enviaban su primera expedición después de la llegada de los castellanos, en 1415, repitiendo en 1424. Se trataba de ocupar las islas que aún que-Revista da Faculdade de Letras CIÊNCIAS E TÉCNICAS DO PATRIMÓNIO
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