<p>Desarrollamos un modelo donde el gobierno del país huésped intenta atraer IED en presencia de competidores foráneos que exportan al país huésped un bien imperfectamente sustituto. El gobierno del país huésped es un agente maximizador de bienestar con dos estrategias de política impositiva: un impuesto por unidad de producto de las empresas foráneas,y una tarifa por unidad de producto sobre las importaciones. Mostramos que una tarifa positiva y un impuesto negativo al producto será el óptimo.

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... Sin embargo, cuando ambas políticas impositivas se determinan simultáneamente, la política óptima es subsidiar a la IED. También, cuando las políticas impositivas son aplicadas uniformemente (como un impuesto al consumo) el impuesto óptimo es negativo.</p>