Proyección de Vallejo en la poesía de Gonzalo Rojas

Marcelo Coddou
2016 Revista Chilena de Literatura  
La poesía de Gonzalo Rojas se nos ofrece como una rigurosa y elaborada conciencia autotextual que, entre otras manifestaciones por ejemplo, el cruce de múltiples modalidades discursivas , encuentra, en el diálogo que ella establece con la obra de otros poetas, una forma de realización que le lleva a lograr una sorprendente singularidad de voz. "Desde los veinte años Rojas no se parece más que a sí mismo", ha dicho .José Emilio Pacheco, y ha dicho bien 1 . Mas, para el logro de tal originalidad
more » ... egún lo reconoce el mismo poeta mexicano--, Gonzalo Rojas se nutrió de una atenta lectura de mucha poesía, desde los clásicos de la latinidad, hasta los fundadores de la vanguardia, de Europa y América ---<concuerdo con Julio Ortega cuando dice que el chileno es "el gran heredero latinoamericano de las vanguardias" 2 , en un proceso que pasa por la asimilación morosa de los monumentos mayores del Siglo de Oro español. Por el camino de todos ellos es que entra en el portento del gran juego verbal y el esjJaáo imaginario tk la poesía 3 . Hemos escrito en otro plazo sobre la presencia de Quevedo en Gonzalo Rojas y algo que entonces sostuviéramos cabe extenderlo a las sugerencias que ahora deseamos hacer acerca de las proyecciones que de César Vallejo se percibe en el pensamiento poético del autor de Contra la muerte 4 • Cuando hablamos de proyecciones queremos establecer un deslinde muy nítido con "influencia". Harold Bloom pensando en esta última 5 , opone "poeta sólido" ' a "poeta efebo". Este es quien absorbe las virtudes magistrales del mayor, en actitud contestataria encaminada a obtener un efectivo distanciamiento posterior. No es así en el caso que nos preocupa, donde lo que vamos a encontrar, más bien, es un diálogo que se configura en niveles múltiples: obsesiones recurrentes, la concepción misma del poetizar en direcciones varias y singularidades expresivas, fundamentalmente las de índole sintáctica que, surgidas desde la sustancia del contenido, se insertan en modalidades de tal índole en el enunciado lírico. Quizás sea útil comenzar por puntualizar la constelación de autores a la cual adscribe Gonzalo Rojas su propio designio. Limitémonos a los chilenos. Tal adscripción va desde el reconocimiento explícito de discipularidad en el sentido noble y profundo del término--, a la mención de preferencias o el gesto disidente y, en casos, hasta de franco distanciamien-1 José Emilio Pacheco, "Oscumde Gonzalo Rojas", Vuelta, S, julio 1977, págs. 31-41. 2 Julio Ortega, "Osear Hahn y los fantasmas del eros", en Pedro Lastra y Enrique Lihn, Asedios a Osear Hahn, Santiago, Ed. Universitaria, 1989, pág. 87. 3 Lo subrayado son palabras del propio Rojas en "Entrevista Proust", Revista Babel, febrero 1989. 4 Maree lo Coddou~ "Presencia de Quevedo en la poesía de Gonzalo R<~jas", Las Relaciones literarias entre España e lberoamérica, Acta del XXIII Congreso del Instituto Internacional de Literatura Iberoamericana, Madrid, 1987, págs. 555-564. 5 Harold Bloom, La angustia de las influencias, Caracas: Monte Á vi la, 1973.
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