Algunas características lingüísticas de La Rioja en el marco de las hablas del valle del Ebro y de las comarcas vecinas de Castilla y Vasconia
Antonio Llorente Maldonado de Guevara
1965
Revista de Filología Española
Algunas características lingüísticas de La Rioja en el marco de las hablas del valle del Ebro y de las comarcas vecinas de Castilla y Vasconia ANTONIO LLORENTE MALDONADO DE GUEVARA En cumplimiento del programa trazado para la recogida de materiales destinados a la elaboración del Atlas Lingüístico y Etnográfico de Navarra y Rioja, he hecho encuestas, durante el mes de agosto del año 1964 y el mes de julio de 1965, en doce pueblos de la provincia de Logroño y un pueblo de la provincia de Burgos,
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... limítrofe con La Rioja Alta, y que, lingüísticamente, puede considerarse riojano, el pueblecito de Bugedo. De los doce pueblos de Lograño visitados, cinco pertenecen a La Rioja Alta; siete, a La Rioja Baja; y uno, Albelda, a la zona de transición entre las dos Riojas, pues, para unos, el límite entre ambas debe establecerse en el río Leza y, para otros, en el río Iregua. Albelda se halla en la ribera del Iregua, por lo que, o bien pertenece claramente a La Rioja Alta, o se halla en el límite de la misma. AFA-LVI 1. Vid. R. Menéndez Pidal, Manual, § 35.5.n; A. Alonso, «La pronunciación de rr y de tr en España y América», Estudios lingüísticos. Temas hispanoamericanos, Madrid, 1953; T. Navarro Tomás, Manual de pronunciación española, Madrid, Publicaciones de la RFE, 4.ª ed., 1932, pp. 116-121. 2. Vid. J. Magaña, «Contribución al estudio del vocabulario de La Rioja», RDTP, IV (1948), pp. 266-303; C. Goicoechea, Vocabulario riojano, Madrid, anejo VI del Boletín de la Real Academia Española, 1950. 288 AFA-LVI ALGUNAS CARACTERÍSTICAS LINGÜÍSTICAS DE LA RIOJA pañero de fatigas también en este Atlas navarro-riojano, he consultado detenidamente para confrontar la lengua riojana medieval con el habla actual de la misma región y, sobre todo, para utilizar su rica información sobre la historia primitiva de La Rioja. Es lástima que sepamos tan poco del habla de una región tan interesante, desde todos los puntos de vista, como La Rioja, región donde se han entremezclado siempre, y se siguen entremezclando, las encontradas influencias vascongada, aragonesa y castellana, región histórica y políticamente a caballo entre Castilla, Navarra y Aragón 3 , comarca de transición y mezcla de culturas y de pueblos siempre, por la que han pasado y se han establecido pueblos celtas, como berones y pelendones, cántabro-pirenaicos, como los autrigones, y el todavía enigmático pueblo éuscaro, los vascones 4 , que en toda La Rioja han dejado una huella indeleble (sobre todo, en la toponimia): en La Rioja Baja, en época romana y, luego, con la Reconquista navarra; en La Rioja Alta, en la época visigótica, muy probablemente, y con toda seguridad en los primeros siglos de la Reconquista castellana, por lo menos en la amplia zona comprendida entre La Bureba y el río Najerilla 5 . La importancia del fermento vasco en La Rioja, sobre todo en La Rioja Alta, es innegable, pero su exacta determinación muy difícil en 3. Es bien sabido que, en los primeros siglos de la Reconquista, La Rioja, por lo menos La Rioja Alta a occidente del Najerilla, libre de musulmanes, perteneció al reino asturiano-leonés y que, incluso, de La Rioja procedían los primeros caudillos asturianos como Pelayo y Alfonso I. Nájera fue reconquistada por los leoneses, que consideraban La Rioja como zona de expansión de su Reino; pero el fortalecimiento de la casa real de Pamplona, primero, y de Navarra, después, complicó las cosas, uniéndose a todo ello la decadencia de León y la primitiva fragilidad de la naciente Castilla, heredera de las ambiciones y de los presuntos derechos leoneses en la frontera oriental. A partir del 924, Navarra, por un lado, y León o Castilla, por otro, se disputarán La Rioja, que pasará, alternativamente, de unas manos a otras. A partir de 1035, con el emperador vasco Sancho el Mayor, La Rioja pertenece a Navarra hasta que Alfonso VI logra integrarla a Castilla, en 1076. En 1109 La Rioja se pierde para Castilla, e incluso en tiempos de Alfonso I el Batallador llega a ser dominio aragonés. Muerto el Batallador en 1134, su hijastro Alfonso VII de León y Castilla incorpora a sus reinos otra vez La Rioja, que, en 1162, pasa de nuevo a Navarra hasta que, en 1176, vuelve para siempre al seno de Castilla (vid. para todo esto, además del citado trabajo de M. Alvar, los siguientes: R. Menéndez Pidal, Orígenes del español; Fr. J. Pérez de Urbel, «Los primeros siglos de la Reconquista», en Historia de España, dirigida por R. Menéndez Pidal, VI, pp. 111-118, 300-301). 4. En la época romana, la actual Rioja estaba dividida entre vascones, pelendones, berones y autrigones; los vascones estaban asentados aproximadamente en lo que hoy son los partidos judiciales de Alfaro, Calahorra y Arnedo; los pelendones, tribu filial de los berones, en los altos valles del Alhama y del Najerilla; los berones, en la mayor parte de la actual provincia de Logroño, en su zona central, desde el río Tirón hasta la Sierra de la Hez, y los autrigones en el extremo noroeste, a occidente del río Tirón; y es posible que los várdulos poseyeran una pequeña parte de La Rioja septentrional; vid.
doi:10.3989/rfe.1965.v48.i3/4.892
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